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Compludo es otro de los pueblos que dan sentido a la comarca del Bierzo. Arquitectónicamente esta aldea se ve representada por dos enclaves de interés principales: la Iglesia de San Justo y Pastor y la Herrería de Compludo. La Iglesia de San Justo y Pastor data del siglo XVI, destacar de esta iglesia los restos de detalles góticos y renacentistas, así como su retablo uno de los más antiguos del Bierzo. Pero la pieza básica, y más importante del sagrado templo es el Calvario Románico de nogal que se conserva en el Museo Diocesano de Astorga.

Lo más destacable de este pequeño pueblo esta antes de llegar al pueblo  donde encontramos la Herrería de Compludo, se puede decir que es monumento histórico artístico de carácter nacional. Data su origen en el siglo XIX, y la singularidad de esta herrería se corresponde con el aprovechamiento del agua, que hace referencia a un sistema muy rudimentario, destinado siempre a la creación de forja. Las aguas son canalizadas hacia el interior de la herrería por una rústica obra de mampostería. Una vez en el interior la corriente de agua, por el efecto venturi, crea una corriente de aire que es lo que hace funcionar la fragua avivando el fuego. Pero el transcurrir del agua no acaba aquí su trabajo dentro de la herrería, sino que en un paso posterior sirve de motor para mover las inmensas aspas, que hacen que un enorme eje de nogal, con un martillo pilón en el extremo, golpee el yunque.

Además de estos dos puntos de interés cultural, Compludo cuenta con un elemento histórico industrial, Peña Furada, que correspondería con una excavación realizada en una roca por los romanos, para que el agua llegase a Las Médulas desde Compludo, donde era aprovechada para la extracción del mineral por el proceso de “Ruina Montium”.

Bouzas es otro de los pueblos enmarcados en los hermosos valles de los Montes Aquilianos. Podríamos decir que es un pueblo perdido, con un fuerte carácter rural y el cual presenta la forma tradicional de los pueblos de esta zona, con un poblamiento muy concentrado, con un callejero estrecho y angosto. El estilo arquitectónico es tradicional, apareciendo casas de piedra con cubiertas de pizarra y largos corredores de madera, que nos hacen entrever aún más el sabor tradicional de este tipo de construcción. Dentro del pueblo podemos destacar la presencia de la iglesia parroquial la cual rinde culto a San Juan Bautista, destacando de la misma la torre en espadaña. De su interior únicamente destacar el sagrario del siglo XVI que guarda un cristo del siglo XVII. Bouzas es otro de los lugares en los que podríamos perdernos y disfrutar de una estancia tranquila y sosegada, en una marco totalmente rural y disfrutando de los sonidos más tradicionales y naturales de la comarca del Bierzo.

El pueblo, esta ubicado en el valle que forma el río Valcarce, a ambos lados del mismo, su estructura es típicamente Jacobea, siendo uno de los pueblos más importantes del Camino de Santiago y donde se cobraba el Portazgo. El municipio cuenta con 23 pedanías.

El origen de Vega de Valcarce aparece estrechamente relacionado con el recorrido del Camino de Santiago y la entrada medieval hacia el reino de Galicia.
Dice la leyenda de la zona que San Froilán pasó por estas tierras y que se resguardó de las inclemencias del tiempo en la gruta natural de Ruitelán, junto a la iglesia.

Qué ver y qué hacer

Entre los lugares de interés del municipio destacan la Antigua Fábrica de Encurtidos, cuyo edificio data del siglo XIX; la Quesería del siglo XIX, ubicada en la localidad de Ambasmestas; el paso del Camino de Santiago por Vega de Valcarce y varios de sus pueblos integrantes; el Castillo de Sarracín, fortaleza medieval del siglo XI aproximadamente; y la Iglesia de María Magdalena, situada también en la localidad.

Vega de Valcarce dispone de servicios médicos, farmacéuticos, escolares, deportivos, sociales y funerarios. Existen múltiples servicios de hostelería, alimentación y hospedaje; así como carnicería, pescadería y panadería.

En un paraje natural de inconmensurable belleza, se encuentra situado el pueblo de Burbia. En un ambiente rural típico de la zona, podrás disfrutar de una arquitectura única, destacando las antiguas pallozas. El origen de las pallozas se desprende de las antiguas viviendas celtas. La característica principal de estas viviendas es la agrupación en un solo cuerpo de todas las acciones de la vida cotidiana, apareciendo unida la vivienda, el pajar y el establo. Son viviendas de planta elíptica o rectangular, sin apenas ventanas. Otra de las características de este tipo de construcciones es su techo, construido con madera y paja apelmazada, llamado teito. El interior de la palloza estaba dividido por zonas, una destinada al ganado y otra destinada a la vivienda conocida como lareira, donde se realizaba la comida y el fuego que calentaba la vivienda. Cercano a la palloza podemos encontrar en la mayoría de los casos otro tipo de construcción típica: el Hórreo, con una semejanza arquitectónica con la palloza. El hórreo casi siempre aparece construido en madera con techo de paja y apoyado sobre unos pilares de piedra que lo protegen de la humedad y del ataque de los roedores, dado que éste se utilizaba a modo de despensa para los alimentos y el grano cosechado por los habitantes de la palloza. En la actualidad las pallozas son un gran reclamo turístico de estos valles en franco retroceso, de ahí que en muchos casos éstas se hayan convertido en verdaderos museos de la vida de nuestros antepasados